Pues llamadme loco, pero los centros de artes marciales están para aprender a dar hostias como panes.
Creo que hemos confundido para lo que son las artes marciales. "Arte": disciplina o técnica de una vertiente particular y "marcial": el del taller u hostia fina. En conjunto "técnicas para dar hostias finas".
Todas esas tontunas de "autocontrol" y otras mierdas que solo sirven para atraer clientes y que los padres no se sientan culpables por enseñar al descerebrado de su hijo de 8 o 10 años a pegar patadas en la cabeza a otros descerebrados de 8 o 10 años.
Seamos sinceros señores. A nadie le gusta que le arreen a su hijo en el patio del colegio o parque. A nadie....a no ser que seas un psicopata o que tengas dudas de que realmente sea tu hijo, en cuyo caso, que le enseñe su padre.
A ser posible queremos que el que las suelte sea nuestro hijo y que el que vaya con la boca abierta, lágrimas cómo puños y una cita con el ratoncito Perez , sea el hijo de otro. Y ya luego, si eso, le regañamos y le decimos el clásico: "eso no se hace. Hay que dialogar". Y esa misma tarde le llevamos otra vez a clases de muay thai, por si al otro aun le quedan ganas de más.
Porque ningún padre apunta a su hijo para que haga carrera en las artes marciales. Lo que no queremos es que la tomen con el en clase, por ser más pequeño, más guapo, más listo o más moreno que los demás.
Personalmente he practicado múltiples disciplinas de dar hostias. Y desde que aprendí a romper rodillas, la vida me ha ido mucho mejor. Hasta lo he notado en mi día a día.
Las colas en el cine o el supermercado, son muchísimo más cortas. En cualquier sitio me atienden mejor e incluso a veces, ni me cobran. Y todo es gracias a las artes marciales.
Por eso a mis hijos les enseñé a dar hostias desde bien pequeños. Que más que una familia parecemos un clan ninja.
Y no con la intención de que aprendan autocontrol y disciplina. Si no para que cuando venga el niño gordo, pelirrojo y repetidor con la boca manchada de chocolate del tercer desayuno que le ha quitado a un compañero, a cascarles, le zumben tal hostia que se cague encima. Y si aun se mueve y tiene ganas de más le aticen en las pelotas, que esa nunca falla.
Eso sí, siempre les enseño a dar desde el respeto, que no soy ningún zumbado.
Así que si. Hay que apuntar a los chavales a clases de dar hostias. Pero seamos sinceros con el objetivo con el que lo hacemos.
Si alguien no está de acuerdo, podemos quedar y hablarlo en persona. Siempre desde el respeto y el autocontrol.
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