Los juegos de mesa no son ninguna "inversión". Hablando en general, rebajan mucho su valor con el tiempo, y hojear el subforo del mercadillo debería bastar para confirmar esto. Es cierto que unos pocos juegos se revalorizan mucho, pero son una minoría, y suelen ser juegos que por líos legales tienen difícil ser reeditados, ya sea porque el autor es especialito (Full Metal Planet), porque la editorial es especialita (Space Hulk), o por estar atados a una licencia de terceros que ya expiró (Starcraft, Gears of War, HeroQuest...).
Además, cada vez más las editoriales utilizan técnicas que destruyen el valor de lo ya publicado: diseño iterativo, reboots, ediciones deluxe, ajustes de reglas, incompatibilidad hacia atrás, ediciones legacy... Lo hacen adrede, porque si nos quedásemos agusto con lo que ya tenemos les compraríamos menos. Hacer esto sigue siendo una gran hijoputez anticonsumidor, pero como los recién llegados al mundillo han tragado hasta que ha hecho tope, esto se ha convertido en práctica habitual.
Por ejemplo, la nueva edición anunciada de Monsterpocalypse es totalmente incompatible con lo anterior y anunciaron que nada de lo anteriormente publicado será legal para torneos. Cuando FFG publicó la segunda edición de Juego de Tronos LCG, resultó totalmente incompatible con la primera, y por tanto la segunda edición se convirtió en "el juego de verdad" y la primera en "basura invendible que nadie quiere". Cuando Sirlin Games publicó Puzzle Strike Third Edition, prácticamente se cargó el valor de reventa de todo lo anteriormente publicado (First Edition, Second Edition y Upgrade Pack), ya que supuestamente esta nueva edición corregía errores graves de equilibrado, así que lo ya publicado fue percibido como "basura erratada". Las nuevas ediciones de juegos como BattleCON, Eclipse o Clash of Cultures especifican que traen "cambios de reglas" que "corrigen desequilibrios previos", para que percibamos lo ya publicado como basura erratada sin valor que debe ser sustituida por lo nuevo.