Una chica de 21 años fue a un tatuador a que le plasmara el símbolo del yin yang en su espalda. Ambos estaban de acuerdo en el significado de aquel símbolo tradicional chino, y comenzó su trabajo. Sin embargo, el tatuador prefirió sacar su lado más ‘creativo’.
No se le ocurrió otra cosa que dibujar un pene acompañado de la palabra fuck (joder) en su espalda. Cuando la chica vio esto, decidió denunciarlo y llevarlo a juicio, no podía tolerarlo. Pero cuando el juez preguntó al tatuador los motivos que le llevaron a crear semejante obra en la espalda de aquella señorita, el joven solo contestó: “porque sí”.
El juez lo sentenció a 3 años y medio de prisión, que pasaría en su mayoría en una institución dedicada a agresores mentalmente inestables