Salud
El comunicado carga con fuerza contra CMON; que, por lo que describen, es la distribuidora socia para China y alrededores; en ese caso, le hacen un acuerdo distinto al resto: en vez de 50 y 50, CMON iba a pagar todo al final, cosa que no ha hecho. Eso le hace un señor roto a cualquier empresa, sobre todo porque «tampoco» va a poder distribuir en esas regiones siendo las que se encarga y tiene los contactos CMON. Para más inri, CMON no está en un buen momento (aunque sea cíclico en esa empresa, los
momentos son importantes) y se están comportando, según Final Frontier Games, de forma poco amistosa (eso de no contestar correos está muy feo).
En el comunicado, FFG habla de ser el último clavo el de CMON, un clavo muy gordo, pero no acusan a esa compañía de todos los males, aunque sí la ponen un poco como villana (mientras se muestran comprensivos con otras dos editoriales y hacen poca autocrítica con lo que no han pagado a otras empresas, como la de transporte o la fábrica). Esto es un tanto curioso. Me recuerda un poco al
chiste de «si tú le debes 100 mil euros al banco, tú tienes un problema con el banco; si tú le debes 100 millones al banco, el banco tiene un problema contigo».
Todas las empresas pequeñas se pliegan a las empresas grandes; de hecho, por eso surgen las legislaciones que intentan proteger a las pequeñas frente a determinados comportamientos de las grandes (eso pasa con los proveedores de las grandes superficies y cómo se intenta limitar el abuso en la dilación de los pagos de estas últimas). Y, aunque tengas el mejor acuerdo del mundo, intentar cobrar a una gran empresa en una jurisdicción distinta a la tuya es una pequeña pesadilla.
Pero ¿por qué le dio ese trato de favor? No solo porque es grande, si no porque el pedido era muy grande y les permitía comprometer una buena cantidad de cajas y pensaban que eso les arreglaba parte de las cuentas (vamos, ahí no solo porque es CMON, si no porque tenían una necesidad imperiosa de asegurar ventas), dentro de un curioso plan con la fábrica, que ha producido a su costa e iba a ir cobrando a pocos (que es quien se está comiendo en gran medida este marrón, porque lo ha producido y parece que nadie lo paga).
Ese «pequeño margen» es lo habitual en el fondo con las distribuidoras, sobre todo cuando se encargan al 100 % de un mercado entero y ya te compran la tirada entera para ese mercado (no es lo mismo cuando la distribuidora va comprando a su ritmo, cuando hay varias distribuidoras o cuando una compra todo lo dedicado a una región).
Otra cosa es la crítica que hemos hecho mil veces sobre un modelo de huida para adelante constante donde el peligro financiero es más y más gordo de forma constante. Y un impago de unos miles de juegos hace que pinches totalmente.
En todo lo que cuentan, algunos rotos importantes:
-La crisis del transporte (esto lo hemos visto repetido mil veces por varias compañías, ese cambio de 3 mil por contenedor a 22 mil -o más- es simplemente inasumible; la propia CMON tuvo pérdidas millonarias en esa época por esto mismo).
-Sus propios retrasos produjeron que dos de sus editoriales socias para localizaciones, TCG Factory y Pegasus Spiele, dijeran que ya no estaban interesadas. Eso les hizo un roto en las traducciones... pero debemos ver más lejos, también significa en la distribución una merma considerable. La diferencia con el caso de CMON, además de reconocer aquí su propio retraso y, con ello, la razón de la salida de estas dos editoriales (y TCG ha sacado la gran mayoría de sus títulos... y terminado saldando casi todos), con CMON ya estaba la producción ahí.
Que tengan productos ya con la transportista (QML) «parados» es lo peor que les puede pasar, eso genera deuda e impide, en partes iguales, ingresos.
Y sí, es lo que les está pasando a muchas empresas, sobre todo porque estamos en un mercado con poca flexibilidad, mucho adelanto de capital y un retorno relativamente lento. Y a veces estas empresas se vienen un poco arriba con un crecimiento supuesto que no es sostenible (ves otras empresas de producción propia que crecen muy lentamente, siendo, durante mucho tiempo, segundos trabajos y no el principal; luego ves otras que a primeras de cambio escalan plantillas y mucha gente come de ellas, pero pinchan y no dejan de sangrar de mala manera).
En este momento, esa precariedad económica se llevará por delante a muchas; quizá algunas grandes, justo haciendo lo que FFG acusa a CMON (deshaciéndose de lo que no parecía que fuera rentable de forma inmediata como un gasto que se quitan de encima «ahora mismo»), permitan capear el temporal, pero lo harán a costa de otras.
Hasta luego
