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No se me ocurre ninguna situación en la que invito a alguien a casa en una primera cita, y sea para jugar a juegos de mesa... y de hacerlo, y de aceptar esa persona, creo que fliparía al darse cuenta que, efectivamente era para jugar a juegos de mesa y no un eufemismo. Lo que más se puede acercar es, de chaval, cuando invitabas a alguien a jugar un quinito. Que se jugaba en mesa, con cubilete y dados, y metiendo el plus de la jarra de kalimotxo.
Si no es una primera cita, un juego con campaña. Nunca viene mal adentrarse juntos en una aventura.
Yo optaría por un Twilight Imperium de 8 jugadores a 14 puntos. La más seguro es que no aguante, pero si aguanta es la mujer de tu vida, pídele matrimonio en la segunda cita.
Con que se siente a la mesa ya tengo bastante para sacar el anillo.
Una buena idea es conocer sus gustos y, por ejemplo, si le gustan los perros, meterle algún juego de perros o similar, aunque sea infumable.