Existen programas de ordenador capaces de escribir historias. Tú les insertas una serie de personajes, características y lugares y le das a un botón. El programa busca coincidencias en las características que le has dado y añade cosas al azar hasta escribir un guión de una historia. Como los ordenadores no tienen sentido común, las historias así creadas salen muy extrañas, así que para usarlas hay que adaptarlas fuertemente o simplemente usarlas como fuente de inspiración para hacer tú otra cosa.
Un dibujante ha convertido en cómic una de estas historias de Batman, poniéndola tal cual salió del algoritmo: