Viendo la serie de Netflix Pantheon, que recomiendo, se me ha ocurrido este dilema:

¿Vivirías en un mundo físico utópico con mucho tiempo libre (trabajarías 1h al día), infrapoblado, sin contaminación, sin guerras, con gobiernos eficientes..., o en una simulación virtual perfecta, sin límites físicos, que cada cual expande a su antojo creando mundos bellísimos, pero con un requisito irreversible: para subir tu conciencia a dicho mundo virtual hay que escanear tu cerebro capa a capa, perdiendo la vida, aunque una vez subido serías virtualmente inmortal y podrías seguir manteniendo contacto con los vivos?

Una serie brutal, yo también la recomiendo muchísimo.

La pregunta, y la serie abre la puerta a reflexionar sobre la consciencia, sobre quién somos, sobre nuestra identidad y la propia existencia.

Es decir quién soy realmente yo,? soy mis pensamientos? Soy lo que siento? Soy un cuerpo biológico? Yo viviría feliz eternamente en un mundo digital... Pero y si ese no soy yo? Y si sólo es una copia de mi con mis recuerdos? Entonces realmente  estaría muriendo en el proceso...

Uff, me explota la cabeza 🤯... 🤣

Y si lo has hecho ya?

Yo iría a la simulación virtual de cabeza por el simple hecho de que así tendría tiempo para jugar a todo lo que tengo en la balda XD.

En la simulación virtual también se curra, lo que pasa es que destinas a ello una porción minúscula de tu capacidad de procesamiento mientras hacéis otras cosas que os resulten de más interés. Así ayudáis a mantener el mundo físico.

Yo creo que también me iría al mundo virtual. Viajes instantáneos, haces underclock para descansar y otra vez a pasarlo bien.

No, porque no sería yo.

Por mucho que se transmitan mis conocimientos, datos cerebrales, etc... no se transmitiría mi consciencia. Habría una copia de mí que daría el pego a los demás, mi copia pensaría que es yo, pero la copia no sería yo: yo estaría muerto, no me despertaría consciente en esa entidad virtual.

Imaginad que ese proceso pudiese hacerse sin destruir mi cerebro. En ese caso, yo no estaría vivo en 2 lugares diferentes. Más bien yo seguría siendo yo en mi propio cuerpo, maravillado de que hay una copia de mí en un entorno virtual. Por la regla de tres, si ese proceso me destruye el cerebro, yo me muero.

Es el problema de la consciencia y que no esté ligada al cuerpo, mente o recuerdos o nada del mundo físico.



Hay un ejemplo filosófico que se pone para explicar el problema de la consciencia, que ha dado lugar a diferentes libros e historias. Es un futuro en el que para implementar viaje intergaláctico, existen unas cabinas donde te metes y te teletransportan a otro lugar muy lejano de la galaxia. En realidad lo que ocurre es que la máquina local lee tu estructura atómica, te desintegra átomo a átomo, transmite tu información al destino, y la máquina remota te reconstruye átomo a átomo en el destino.

Lo que todo el mundo piensa es que las personas se teletransportan. Como la copia nueva recién creada tiene tus mismos recuerdos, a todos los demás les da el pego: sigue actuando igual, sigue pensando lo mismo, sigue manteniendo tus recuerdos, planes, ideas, sueños, aspiraciones... tanto a corto como a largo plazo. Y como sigue recordando que hace un minuto estaba en otro lugar lejano y ahora está aquí, desde su perspectiva ha "viajado". Y desde su perspectiva, la copia piensa que es "tú".

La oscura realidad se descubre cuando una de estas máquinas malfunciona. El lector lee correctamente pero el desintegrador se atasca. La persona en origen no es desintegrada, pero su información viaja y en el destino se genera una nueva persona de la nada. El viajero, al principio piensa que la máquina aún no ha empezado, hasta que por un monitor se ve a él mismo (mejor dicho, a un clon de él mismo) recién generado en el destino. Es decir, ahora existen dos copias de él: una en origen y otra en destino.

Sin embargo, hay un problema grave. El viajante sigue siendo él mismo, sigue estando en su mismo cuerpo. No está controlando a su clon en el destino, ni está desdoblado en dos cuerpos distintos. El clon tiene una consciencia propia y nueva. Lo que ha ocurrido es que la máquina ha creado a un recién nacido y lo ha imbuído de suficientes datos cerebrales para que ni se dé cuenta que es un recién nacido ni nadie más tampoco se dé cuenta que lo es. La ilusión sólo se rompe al existir dos entes iguales simultáneamente y comprobar que duplicar la materia no actúa sobre una consciencia. El viajero entiende que cada vez que el desintegrador actúa, mata a la persona que intenta viajar, extinguiendo su consciencia. Cada vez que el generador actúa, crea a una persona de la nada, con una consciencia distinta, y un conjunto de recuerdos que le engañan en pensar que es la misma persona de hace un minuto.

Lo que pasaría a continuación es que las fuerzas de seguridad del teleportador entrarían a obligar al viajero en origen a ser desintegrado para que no haya dos copias de la misma persona. Mientras intenta luchar en vano por salvar su vida.



La idea de la consciencia no sabemos de dónde viene pero está más allá de materia o datos. Poniendo un símil de videojuego: tu cuerpo es tu avatar, mente y recuerdos son tu diario de misiones y tus stats, pero tu consciencia es quién está agarrando el mando. El concepto de "agarrar el mando" ocurre en un mundo externo al del videojuego: las cosas de dentro del videojuego no pueden decidir ni alterar quién agarra el mando, desde el punto de vista del videojuego se trata de algo metafísico. Por eso, aunque en nuestro mundo pudiésemos clonar cerebros y replicar información, seguiríamos sin "poder cambiar quién agarra el mando".

Siguiendo con el símil del videojuego, si tú te concibes como una consciencia (jugador) que controla a un sprite (cuerpo) con una serie de estadísticas (mente) y logs (recuerdos)... si se hiciese una copia de los datos de tu personaje en otra parte de la memoria, no estarías controlando la copia. Si la copia se mueve, es porque otro jugador recién llegado (otra consciencia nueva) estaría controlando la copia de tu personaje. Si encima en el proceso el personaje que tú controlabas se borra o se muere, para ti el videojuego terminaría con una pantalla en negro o un game over. El jugador recién llegado (la nueva consciencia) seguiría controlando tu personaje y como tiene tus mismas estadísticas y recuerdos, los demás jugadores le tratarían igual que a ti y nadie se daría cuenta que no estás jugando. Pero tú seguirías viendo "game over".

Cita de: Hollyhock en Junio 03, 2025, 07:12:27 PM
No, porque no sería yo.

Por mucho que se transmitan mis conocimientos, datos cerebrales, etc... no se transmitiría mi consciencia. Habría una copia de mí que daría el pego a los demás, mi copia pensaría que es yo, pero la copia no sería yo: yo estaría muerto, no me despertaría consciente en esa entidad virtual.

Imaginad que ese proceso pudiese hacerse sin destruir mi cerebro. En ese caso, yo no estaría vivo en 2 lugares diferentes. Más bien yo seguría siendo yo en mi propio cuerpo, maravillado de que hay una copia de mí en un entorno virtual. Por la regla de tres, si ese proceso me destruye el cerebro, yo me muero.

Es el problema de la consciencia y que no esté ligada al cuerpo, mente o recuerdos o nada del mundo físico.



Hay un ejemplo filosófico que se pone para explicar el problema de la consciencia, que ha dado lugar a diferentes libros e historias. Es un futuro en el que para implementar viaje intergaláctico, existen unas cabinas donde te metes y te teletransportan a otro lugar muy lejano de la galaxia. En realidad lo que ocurre es que la máquina local lee tu estructura atómica, te desintegra átomo a átomo, transmite tu información al destino, y la máquina remota te reconstruye átomo a átomo en el destino.

Lo que todo el mundo piensa es que las personas se teletransportan. Como la copia nueva recién creada tiene tus mismos recuerdos, a todos los demás les da el pego: sigue actuando igual, sigue pensando lo mismo, sigue manteniendo tus recuerdos, planes, ideas, sueños, aspiraciones... tanto a corto como a largo plazo. Y como sigue recordando que hace un minuto estaba en otro lugar lejano y ahora está aquí, desde su perspectiva ha "viajado". Y desde su perspectiva, la copia piensa que es "tú".

La oscura realidad se descubre cuando una de estas máquinas malfunciona. El lector lee correctamente pero el desintegrador se atasca. La persona en origen no es desintegrada, pero su información viaja y en el destino se genera una nueva persona de la nada. El viajero, al principio piensa que la máquina aún no ha empezado, hasta que por un monitor se ve a él mismo (mejor dicho, a un clon de él mismo) recién generado en el destino. Es decir, ahora existen dos copias de él: una en origen y otra en destino.

Sin embargo, hay un problema grave. El viajante sigue siendo él mismo, sigue estando en su mismo cuerpo. No está controlando a su clon en el destino, ni está desdoblado en dos cuerpos distintos. El clon tiene una consciencia propia y nueva. Lo que ha ocurrido es que la máquina ha creado a un recién nacido y lo ha imbuído de suficientes datos cerebrales para que ni se dé cuenta que es un recién nacido ni nadie más tampoco se dé cuenta que lo es. La ilusión sólo se rompe al existir dos entes iguales simultáneamente y comprobar que duplicar la materia no actúa sobre una consciencia. El viajero entiende que cada vez que el desintegrador actúa, mata a la persona que intenta viajar, extinguiendo su consciencia. Cada vez que el generador actúa, crea a una persona de la nada, con una consciencia distinta, y un conjunto de recuerdos que le engañan en pensar que es la misma persona de hace un minuto.

Lo que pasaría a continuación es que las fuerzas de seguridad del teleportador entrarían a obligar al viajero en origen a ser desintegrado para que no haya dos copias de la misma persona. Mientras intenta luchar en vano por salvar su vida.



La idea de la consciencia no sabemos de dónde viene pero está más allá de materia o datos. Poniendo un símil de videojuego: tu cuerpo es tu avatar, mente y recuerdos son tu diario de misiones y tus stats, pero tu consciencia es quién está agarrando el mando. El concepto de "agarrar el mando" ocurre en un mundo externo al del videojuego: las cosas de dentro del videojuego no pueden decidir ni alterar quién agarra el mando, desde el punto de vista del videojuego se trata de algo metafísico. Por eso, aunque en nuestro mundo pudiésemos clonar cerebros y replicar información, seguiríamos sin "poder cambiar quién agarra el mando".

Siguiendo con el símil del videojuego, si tú te concibes como una consciencia (jugador) que controla a un sprite (cuerpo) con una serie de estadísticas (mente) y logs (recuerdos)... si se hiciese una copia de los datos de tu personaje en otra parte de la memoria, no estarías controlando la copia. Si la copia se mueve, es porque otro jugador recién llegado (otra consciencia nueva) estaría controlando la copia de tu personaje. Si encima en el proceso el personaje que tú controlabas se borra o se muere, para ti el videojuego terminaría con una pantalla en negro o un game over. El jugador recién llegado (la nueva consciencia) seguiría controlando tu personaje y como tiene tus mismas estadísticas y recuerdos, los demás jugadores le tratarían igual que a ti y nadie se daría cuenta que no estás jugando. Pero tú seguirías viendo "game over".

Muy interesante. Me suena mucho a Philip K Dick pero puede que sea otro autor.
Hay científicos que opinan que la consciencia emerge en parte de la actividad física de las neuronas o algo así, creo que el propio cuerpo también tenía algo que decir al respecto ya que es por donde recibimos la información del mundo exterior... Yo lo entiendo como que "la consciencia está sobrevalorada" (como todo lo que los humanos opinan de su propia actividad en este universo).
Por elegir, me quedo con el mundo físico, que ya lo pintas bastante bien @Lotario ... Hasta que vaya a palmar, que ahí ya que me metan en Matrix.

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Cita de: Fran Scythe en Junio 05, 2025, 01:12:10 PM
Muy interesante. Me suena mucho a Philip K Dick pero puede que sea otro autor.
Hay científicos que opinan que la consciencia emerge en parte de la actividad física de las neuronas o algo así, creo que el propio cuerpo también tenía algo que decir al respecto ya que es por donde recibimos la información del mundo exterior... Yo lo entiendo como que "la consciencia está sobrevalorada" (como todo lo que los humanos opinan de su propia actividad en este universo).
Por elegir, me quedo con el mundo físico, que ya lo pintas bastante bien @Lotario ... Hasta que vaya a palmar, que ahí ya que me metan en Matrix.

El problema es que uno no sabe cuando va a palmar. Vivimos con la esperanza de lucir palmito hasta superar los 80 y creemos ilusoriamente que a partir de entonces empieza el tiempo de descuento. La triste realidad es que desde el minuto uno entramos en el tiempo de descuento, pero no queremos creerlo porque no es nada confortable pensarlo.

El problema filosófico que plantea @Hollyhock solo tiene cabida si no crees en el alma (yo tampoco creo). Al fin y al cabo, básicamente lo que estoy proponiendo es lo mismo que plantean todas las religiones, que es trascender de tu cuerpo físico a un paraíso eterno. La cuestión, repito, es ¿cambiarías un paraíso físico por un paraíso eterno, interconectado al de los vivos y sin límites?

El alma hace que la idea que se entienda más fácil, pero el problema continúa creas o no en el alma. Consciencia y alma tampoco son lo mismo, de hecho al morir se piensa que el alma perdura y la consciencia se extingue.

Si explicas esto con magia, dioses, demonios o una artefacto alienígena más allá de nuestra comprensión, entonces sí puedes pensar que hay transferencia de consciencia porque cuando te metes en temas metafísicos, todo vale ("lo hizo un mago").

Pero si lo explicas con una tecnología (avanzada, pero "prosaica", o sea, limitada a materia y datos) que te lee el cerebro y te replica en otro entorno, entonces ahí no hay transferencia de consciencia.

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Contestando a la pregunta como si lo "hiciese un mago" y hubiese transferencia de consciencia, aun así veo dos problemas al paraíso matrix digital.


Primer problema: el paraíso digital en el que te meten es en realidad es un constructo dentro del mundo físico, lo cual significa que depende de éste. Así que el paraíso no va a ser eterno: por ejemplo, si la humanidad se va a la mierda este "matrix" decaería y se apagaría. Lo que es peor, alguien del mundo físico te podría cambiar estas reglas a media partida, sin que tú puedas hacer nada al respecto. Fijaos cómo ha cambiado nuestra sociedad en 30-50 años, como para fiarte que algo vaya a seguir siendo igual tras cientos o miles de años.

Imagina que en el futuro se descubre una fuente inagotable de energía que consiste en poner a pedalear a seres digitales en bicicletas virtuales. Así que cogen a las entidades virtuales en el paraíso perfecto y lo convierten en una distopía gimnástica. Por no poner cosas peores. Imagina que en el mundo hay una revolución y la gana una facción que detesta a los entes digitalizados porque los consideran una "casta de pijos". Y cambian ese matrix para putearlos: se inventan un videojuego donde los cazan por deporte, o convierten su mundo en una distopía. Y los entes digitales seguirían siendo inmortales, así que el paraíso se habría convertido en infierno.


Segundo problema: el cerebro humano no está pensado para durar tanto tiempo. Según nos hacemos viejos la cabeza nos funciona más lento y la memoria empieza a fallar, quizá por la saturación de recuerdos. Al fin y al cabo, todos los soportes que almacenan información tienen un límite, y el cerebro no tendría que ser diferente. Muchas historias de ciencia ficción plantean el problema cerebral que supone extender la vida de un humano más allá de su biología. Por ejemplo, en Warhammer 40K, los Marines Espaciales de vez en cuando se someten a borrado selectivo de su memoria para evitar caer en la locura.

En este "matrix" imaginario, puedes pensar que al ser digital puedes tener más espacio que en un cerebro... Pero seguirá limitado de alguna forma. El almacenamiento que te regala Google hace 20 años pensabas que no ibas a llenarlo nunca y ahora tienes que andar con cuidado para no desbordarlo... Tras X tiempo, los seres en el paraíso tendrán que vivir en un letargo para no consumir tanto, o andar borrándose datos. Porque estos seres, una vez digitalizados, es como si fuesen "todo" cerebro.

Sea como sea, el problema es si seguiremos siendo nosotros mismos una vez nuestro cerebro supere el ciclo que la biología tenía pensado para nosotros. Y si el paraíso digital arregla este problema con recursos infinitos de algún tipo... ¿ya seguiríamos siendo humanos? Más bien tras la digitalización te convertirías en un monstruito que terminaría funcionando distinto, pensando y haciendo cosas cada vez más raras y más marcianas, y menos humanas.

prefiero la pastilla roja. Prefiero ver la realidad tal como es que una simulada o virtual (por definicion no es real) Por tanto, yo tampoco lo sería. Realmente seria vivir una mentira. Y ya psicologicamente en la realidad tenemos problemas con eso. Con vivir algo que no es o no somos. Nos volveriamos loquisimos y encima no te puedes suicidar pq eres inmortal. No me convece nada pero se respeta quien prefiera comerse un bistec virtual que una papilla blanca asquerosa.