Salud
Bueno, jefe Farde, una cosa no quita la otra: los manuales están tirando a mal y sí eres demasiado exigente (o vas ganando esa exigencia con el tiempo). Además, creo que la exigencia sobre los reglamentos viene a la par con la mayor exigencia sobre otros elementos de los juegos (sobre sus mecánicas, componentes y demás); si coges (algunos) reglamentos de los años ochenta o noventa entiendes perfectamente por qué los juegos, en cada casa, se ejecutaban de una forma distinta; lo que dejan a la imaginación es brutal.
Un error básico en la redacción de manuales se encuentra en que, normalmente, es la persona autora quien lo redacta. Lo siento, pero saber hacer un juego es una competencia muy distinta a saber escribir unas reglas y, por otro lado, saber explicar el juego (que son cosas diferentes, también). Pueden coincidir en la misma persona esas facultades, claro (y creo que
@Hollyhock es un buen ejemplo de ello, y no lo digo por peloteo
-excusatio non petita, accusatio manifesta-, si no porque he visto varios manuales suyos y hasta me he atrevido a comentárselo)*, pero no tiene por qué ser así. Y normalmente no lo es (evidentemente, es quien debe realizar el primer borrador, pero las reglas finales, que las escriba quien sepa hacerlo).
Los KS que se saltan las editoriales, en general, tienen el serio problema de no contar con revisiones «reales», esto es, con corrección de estilo, ortotipográfica y, sobre todo, con alguien que sepa escribir reglamentos. Por esto mismo muchas veces parece que el juego no lo han probado lo suficiente; a veces no es que no tenga mil millones de partidas encima, si no que la gente con la que se ha probado suele ser la misma, muy del propio nicho del juego, y eso genera problemas sobre el desarrollo y funcionamiento del juego en tanto que las pruebas están sesgadas. Pasa lo mismo con esos manuales, que se ha escrito por alguien que conoce el juego al dedillo pero, seguramente, se ha leído sobre todo por alguien que ya sabe jugar (porque se lo explicó la persona autora o estuvo en los grupos de prueba), con lo que la información faltante o la mala estructura «no canta» en tanto que ya se conoce esa información o ya se tiene ordenada por el conocimiento del juego.
Otro problema de los manuales está en la extensión; existe una necesidad imperiosa para que sean breves y eso no siempre es bueno o adecuado. Sí es cierto que un manual de 40 páginas echa para atrás, pero seguramente eso es más asequible que el manual de 10 que deje todo en el aire y sin ejemplos. Aquí se junta con un problema de producción: el número de páginas, tamaño y demás está relacionado con el tipo de producto y el coste de producción que puedes dejar en el manual. Una solución sería un manual impreso completo y bueno y, además, una versión extendida en PDF o Web (esto lo he visto en algún manual de Devir, donde los ejemplos y algunas cosillas más los dejaron en un PDF extra, se notaba que era para no meter más páginas en el impreso). Ahora bien, insisto en que la versión del manual impreso debe ser buena y suficiente (no como pasa con algún juego de Edge/Asmodee que directamente NO tiene manual, está en la aplicación y no es fácilmente accesible, teniendo impresa solo una hoja de referencia o similar).
El problema del espacio crece un poco en las traducciones; la mayoría de empresas NO permiten hacer manuales distintos al original, contando milimétricamente el espacio usado y, claro, el original suele estar escrito en inglés, con una extensión de textos menor, eso a veces obliga a no seguir buenas prácticas de repetición de palabras en los reglamentos para ahorrar espacio y que ese párrafo entre en el hueco que tiene asignado.
Por último, la complejidad de muchos juegos ha aumentado (complejidad no de dificultad, si no de cantidad de reglas); reglas sobre reglas con excepciones aquí y allá, una ingente cantidad de mecánicas entrelazadas que dan lugar a estructuras difíciles de explicar. Luego se usa la mitad y lo principal es sencillo, pero tiene tantas capas que es difícil navegar por ellas.
(Y ya si me pongo pesado, el tema de las faltas ortográficas y gramaticales clama al cielo, nuevamente, esto es falta de gente profesional y a veces arrastrado por prácticas permitidas en otros idiomas que NO están bien en castellano).
Hasta luego
*Con respecto a lo que comenta
@Hollyhock con relación a la programación y los manuales, mi experiencia dice lo contrario con la gente que viene de ingenierías y, sobre todo, de programación; y esta conversación la he tenido muchas veces y he visto cómo intentan aplicar esa estructura fuera del lenguaje formal de la programación y fracasan en el intento. Aunque comparto parcialmente lo de una buena estructura y algunos de los ejemplos que pone, en realidad no es lo mismo para nada (creo que es aplicable ese aforismo de «en teoría, la práctica y la teoría son lo mismo; en la práctica, no»).