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Por este tipo de cosas, al crear un juego yo no dedicaría a este tema más que el sentido común básico y las normas mínimas de tacto y coherencia. A una guerrera le daría una armadura creíble, pero no tendría problemas en hacerla atractiva o en darle un defecto para humanizarla.
@Hollyhock, tu opinión siempre me resulta interesante, en este caso doblemente como creador de juegos de mesa en los que tan difícil (imposible en realidad) es contentar a todo el mundo. Enviado desde mi SM-A705FN mediante Tapatalk
no he dicho eso.Enviado desde mi SM-A705FN mediante Tapatalk
¿Como no se puede contentar a todo el mundo quedarse en lo preestablecido es la mejor opción y fortalecer los prejuicios que ya tenemos ?.
Por otro lado ¿De verdad creéis que no mostrar mujeres sexualizadas en vez de con ropa normal en un juego de mesa va a restar ventas?.
De todas formas no puedo estar de acuerdo del todo con el primer punto expuesto, si simplemente nos dejamos llevar por la corriente nunca vamos a cambiar nada.
No sé qué post has leído, morannon. Tampoco he hablado de ventas en ningún momento.
Pero ya que lo mencionas: sí, eliminar las mujeres atractivas de cualquier obra dirigida a un público masculino te resta ventas. Aún más en videojuegos, que están actualmente siendo objeto de censura, y parte del público ha aprendido a identificar el que "todas las mujeres salgan recatadas o sean feas" como una de muchas banderas rojas que señalan que el juego probablemente contenga corrección política forzada. El efecto de perder ventas tras inyectar ideología a un juego se ha vuelto tan común que hasta le han puesto nombre. ¿Y por qué tenemos los autores la obligación de cambiar nada?
Con mi primera idea, quería decir que los juegos de mesa necesitan usar estereotipos. Los libros y las series y los videojuegos pueden haber tenido 8 horas previas de exposición con la que tener al lector en antecedentes para cuando llegan al meollo. Los juegos de mesa no. He explicado que alterar algo ya establecido (incluyendo los estereotipos), daña al desarrollo de tus juegos y por tanto esto los convierte en el peor vehículo imaginable para difundir ideologías o para cambiar la sociedad. Si a tu poblado de amazonas guerreras les pones sobrepeso y burka, no te vas a librar de que tu juego sea percibido como un engendro. No existe mecanismo en un juego de mesa para poder darle al jugador un contexto previo mediante el cual termine pensando que eso fue una decisión de estilo y no una inclusión ideológica forzada. En un juego de mesa, es demasiado fácil que cualquier mensaje social se perciba forzado y conviertan a tu juego en el panfleto de "ey colegui, la embriaguez etílica no es nada chachi".Para cambiar el mundo, mejor literatura o audiovisuales.