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Pero ya está como medio emponzoñado, porque al final si terminamos hablando de él o si terminan editándolo en España no va a ser por sus propios méritos, sino por los normies distorsionando la demanda.
Antiguamente la mente enjambre de internet cribaba los mejores juegos de mesa entre los existentes. Tanto que la práctica de guiarte por las notas de BGG o las recomendaciones de reseñadores a la hora de comprar juegos funcionaba, y resultaba sorprendentemente segura. Los juegos se votaban o se visibilizaban según su calidad como juego, y los votantes eran en su gran mayoría apasionados por los juegos. Ni siquiera se podían monetizar vídeos, así que para disertar sobre juegos por amor al arte era necesario ser un megajugón con respeto y admiración por los juegos como obra. Por eso las reseñas y el sistema de BGG tuvo tanto éxito inicial: porque funcionaban como criba meritocrática. Hoy esto que cuento parece ciencia ficción.A medida que hay más novatos que jugones, que no conocen el hobby y se dejan deslumbrar y pastorear, pero gastan dinero igual, los juegos que saltan a la palestra o que suben como la espuma en BGG ya no tienen por qué ser buenos juegos, de hecho no suelen serlo. Suelen ganar su estatus por estar publicados por un famosete, tener una IP ligada, tener detrás una campaña de márketing, crear una controversia, o ser estéticamente bonitos. BGG, las videorreseñas y comunidades de internet cada vez son menos útiles para aquellos que simplemente buscamos buenos juegos que jugar y celebrar. Ahora hay que explicar a los recién llegados que no pueden fiarse de notas ni de reseñadores. Todo el mundo intenta exagerar, tangarte, controlar el mensaje. Necesitas analizarlo todo y resulta agotador.La demanda de los niños rata será válida para "lojh mercadojh" porque ganan dinero con ello pero a los juegos de mesa (como obra, como medio, como afición), los están haciendo recorrer el mismo camino pantanoso que recorrieron los videojuegos cuando se masificaron.
Uf, yo es que este argumento sigo sin verlo tan claro. Por varias razones. La primera es que tu visión de quién es un megajugón es eso, tuya. Un tío que entiende muchísimo de juegos y ha probado todos los monster games de 8 - 12 horas por partida no va a tener, para mí, ningún criterio a la hora de juzgar un party game. ¿Y quién es el megajugón de party games, o de juegos por debajo de una hora de duración? Porque imagino que tendrá un perfil bastante casual. ¿Es eso compatible con ser un megajugón? ¿Se puede tener respeto y admiración por los juegos de media hora?La meritocracia, en parte por venir importada de un entorno laboral y que premia la cultura del esfuerzo, no me parece válida en un hobby. Y conste que soy la primera que se pone vídeos, piensa "qué dice este gilipollas" y lo quita sin más. Pero articular todo sobre un argumento meritocrático en un hobby, donde apenas se pueden medir méritos, no lo veo. Y en un hobby como este, donde en nada se parece mi forma de jugar a la de mi familia o a la de mis amigas, me parece más difícil todavía.Ni siquiera la calidad de un juego se puede medir como tal. ¿En qué consiste? ¿En divertir más, en proponer un reto más intenso, en recrear algo de forma más adecuada, en combinar mecánicas de manera "elegante" (y qué es elegante), en tener un ratio adecuado de reto y diversión, o de diversión o reto / duración...? Hay tantas respuestas como jugadores. Para mi amiga, Banjooli Xeet es un juegazo tremendo, y nunca me atrevería a decirle que no lo es porque le da exactamente lo que ella busca en un juego. Es mil veces mejor juego que Android: Netrunner, y yo soy el mayor fan de ese juego en el mundo. Y diez mil veces mejor que Twilight Struggle o Gloomhaven, por mencionar dos top 1.La otra razón, si no me compras este argumento, es que se venden muchísimos más juegos de media hora que juegos especializados. Por tanto, mi amiga resulta ser un indicador del mercado varias veces más relevante que tú, que yo y que el colega que te da dieses (con los datos en la mano). Si diseño un juego, venderé varias veces más copias si le gusta a ella que si nos gusta a nosotros. Por tanto, siendo objetivos y sin valoraciones subjetivas, y poniendo las cifras sobre la mesa... ¿no eres tú quien distorsiona la demanda?Tu punto de vista es muy tuyo, y quizá tu entorno sea similar a ti, pero no es la realidad actual del mercado. Yo no tengo que explicar a mi amiga que no puede fiarse de reseñadores, porque no ha visto uno en su vida ni creo que lo haga nunca. Mi amiga quiere juntarse con gente que le cae bien y pasar una tarde riéndose con cervecitas de por medio. Se la sudan totalmente las notas que ponga iMisut, tú (y el resto del mundo) en BGG o Tom en The Dice Tower. Y la realidad de los juegos es esa: sirven para jugar. Toda esta vaina de valoraciones, rankings y demás a la que das tanta importancia es casi totalmente irrelevante.Mi amiga sí que "simplemente busca buenos juegos que jugar y celebrar", no tú, ni de coña. Tú y yo estamos absortos en un microcosmos que nada tiene que ver con los juegos. Ella dedica el 95% del tiempo que está pensando en juegos a jugar. No analiza y desde luego no se agota con ellos. Ahora dime que su visión tiene menos valor que la tuya. O que sus ganas de comprar Stardew Valley por ser fan del videojuego son menos válidas que las tuyas de comprar [Juego rarito 9000] porque es un diseño puro o lo que sea.Sus razones son más puras: comprará el juego si lo ve en una tienda solo porque cree que se divertirá con él, porque se ha divertido con el videojuego. Los números la apoyan: mucha más gente compra así que valorando otras cosas. No veo nada claro cómo puede estar ella distorsionando la demanda, cuando es la mayoría de la misma y tiene muchísimo menos sesgo que nosotros.
A medida que hay más novatos que jugones, que no conocen el hobby y se dejan deslumbrar y pastorear, pero gastan dinero igual, los juegos que saltan a la palestra o que suben como la espuma en BGG ya no tienen por qué ser buenos juegos, de hecho no suelen serlo. Suelen ganar su estatus por estar publicados por un famosete, tener una IP ligada, tener detrás una campaña de márketing, crear una controversia, o ser estéticamente bonitos.
Uf, yo es que este argumento sigo sin verlo tan claro. Por varias razones. La primera es que tu visión de quién es un megajugón es eso, tuya. Un tío que entiende muchísimo de juegos y ha probado todos los monster games de 8 - 12 horas por partida no va a tener, para mí, ningún criterio a la hora de juzgar un party game. ¿Y quién es el megajugón de party games, o de juegos por debajo de una hora de duración? Porque imagino que tendrá un perfil bastante casual. ¿Es eso compatible con ser un megajugón? ¿Se puede tener respeto y admiración por los juegos de media hora?
articular todo sobre un argumento meritocrático en un hobby, donde apenas se pueden medir méritos, no lo veo. Ni siquiera la calidad de un juego se puede medir como tal. ¿En qué consiste?
No analiza y desde luego no se agota con ellos. Ahora dime que su visión tiene menos valor que la tuya.
Si diseño un juego, venderé varias veces más copias si le gusta a ella que si nos gusta a nosotros. Por tanto, siendo objetivos y sin valoraciones subjetivas, y poniendo las cifras sobre la mesa... ¿no eres tú quien distorsiona la demanda?
Lo que argumento es extrapolable a cualquier afición pequeña que se masifica para terminar moviendo dinero y al hacerlo pierde el componente altruista/vocacional que antes tenía.Por supuesto hablo de tendencias generales, no de leyes universales que puedan ser desmontadas con contraejemplos.Hoy en día no tienes que comprar con lupa porque la oferta sea grande. Tienes que comprar con lupa porque probablemente seas un jugón y a medida que el hobby se masifica, menos compañeros de hobby serán jugones. Y como no buscáis lo mismo, no puedes fiarte de lo que se recomienda en general.Cuando entré al hobby también había que cribar y también había broza. Pero en comparación con ahora, podías relajarte y dejarte llevar por la corriente mayoritaria sin equivocarte demasiado. Los superventas seguían siendo juegos de jugones para jugones. La broza lo era por haber fracasado en intentar crear un buen juego, más que por haberse autolimitado a una complejidad palomitera para llegar a más gente.Hoy en día sigue habiendo buenos juegos, pero pasan cosas que distorsionan tanto el antiguo planteamiento que dificultan que un jugón pueda navegar su propio hobby:Editorial indie autoedita un juego -> ni te enteras de que existeCorporación juguetera pone un título en todas las tiendas -> todos los influencers hablan de ello porque sólo pueden permitirse hablar de lo que esperan que triunfe.Diseñador de juegos de mesa novel, publica su opera prima -> consigue 1K likes de su comunidadInfluencer de videojuegos (sin experiencia en diseño) publica un juego de mesa -> consigue 1M likes de su audienciaDiseñador lanza mecenazgo para crear un SISTEMA DE JUEGO -> interesa a la vieja guardia.Editorial lanza mecenazgo para producir un SET DE MINIATURAS BONITAS -> todo el mundo dentro.Juegos abstractos de memoria -> no interesan una mierda.Juego abstracto de memoria publicado por una desarrolladora de videojuegos famosa -> todo el mundo babeando.